domingo, 27 de enero de 2019

Capitulo 48

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Capitulo 48

Miwo convocó a los jefes de familia por la mañana.

El ataque reciente hizo que algunos se mostraran nerviosos, pese a que las bajas fueron realmente pocas y se había recuperado a los faltantes. Los hombres murmuraban preocupados, como si esperaran que la situación fuera a agravarse. Algunos lucían dispuestos a afrontar el riesgo e incluso murmuraban sobre la conveniencia de terminar con la amenaza de una buena vez.

Miwo esperaba paciente a que terminaran de llegar todos los jefes. A su lado se veía a un apacible Shava, que charlaba con un pálido Yuki quien tenía un gesto de tensión evidente.

La cual creció cuando todos los jefes de familia estaban por fin presentes. Mientras Miwo se cercioraba de que todos estuvieran allí, deslizando la mirada por cada uno de los hombres, podía observar como algunos de ellos habían empezando a cruzar los brazos sobre el pecho con evidentes signos de malestar. El nerviosismo empezaba a crecer y eso sólo era el principio de todo.

Al final del todo, Miwo se encontró con la dura mirada de Dragan, el cual le miraba directamente y supo que era hora de empezar a hablar.

— He pedido que se reúnan para mantenerlos al tanto de lo ocurrido — inició Miwo —. Como ya saben, sufrimos un ataque rápido el día pasado. Pocos supieron que fueron protagonizados por dos xhes.

Murmullos se levantaron ante eso.

— ¿Y seguimos protegiendo a Aer? — cuestionó uno de los ancianos.

— También tuve que cerciorarme de que Aer no tuviera nada qué ver — aceptó Miwo —. De hecho fue él quien nos dio la ubicación de Teras, quien fue el único al que pudieron llevarse.

Otro revuelo de palabras tras las de Miwo.

— ¿Y cómo sabemos que no era parte de su plan? — inquirió otro de los presentes.

Miwo se permitió dirigirles una mirada de incredulidad ante esa pregunta.

— Estamos seguros porque las hembras iban a ser usadas también — dijo Shava —. Ninguna de ellas habría sobrevivido al procedimiento que tenían planeado y Aer no está en condiciones de arriesgar a sus hembras.

Eso pareció calmarles un poco con respecto a Aer, mostrando cambios de postura en sus expresiones corporales.

— ¿Se hará algún contraataque? — Rahl llamó la atención de varios de los presentes con esa pregunta.

Nadie quería otra guerra, pero debían de estar preparados para ella.

— Los ümin no son bélicos — intervino Yuki, llamando la atención en sí mismo y se aclaró la garganta —. Ellos no son una raza bélica. Prefieren aislarse de los demás y son pocas las veces que permiten visitas de otras razas.

— Pese a ello, convendría estar alerta, por si deciden “convencer” a un habitante de Irca, para que haga el trabajo sucio — dijo Shava —. Su idea de regenerar la raza Xhes requiere de un gran esfuerzo, pero parecían dispuestos a intentarlo.

— Podríamos organizar guardias — sugirió el anciano que había hablado primero.

— Puedo extender la línea protectora para detectar vibraciones ajenas a Irca — ofreció Shuzhek —. Apoyará las guardias y aprovecharemos el trabajo de Preston.

— Quisiera proponer que haya especial vigilancia en la cabaña de Aer — dijo Miwo —. Los planes que tenían para las mujeres requiere que se les recupere. No sólo necesitan a un pakhupra. Ellas les eran importantes.

Eso pareció contentar a los presentes, los cuáles comenzaron a preparar los turnos de guardia. Varios de ellos sugirieron varios puntos más donde podrían establecerse algún puesto de vigía nuevo y la reunión acabó sin ningún altercado y todos sabiendo qué hacer y a qué atenerse.

Sin embargo Dragan se había quedado rezagado en un rincón de la sala y esperado a que todos hubieran salido, para dirigirse a Miwo.

— Siento que aquí falta algo más de información — susurró, a medida que caminaba hacia el líder Irca.

Miwo suspiró.

— No era algo que pudieran saber todos — murmuró, viendo a Shava —. Aer estaba seguro que sus hembras estaban a salvo, pero los datos no reflejaron eso.

— Los ümin pueden no ser bélicos, pero su experimentación carece de sutilezas — Shuzhek intervino.

— ¿Qué clase de sutilezas? — Dragan pidió que matizaran —. Porque las sutilezas Morgals dejaban mucho que desear.

— No están demasiado lejos de ser iguales — concedió Shava con resquemor.

— Los ümin decidieron que una de las formas de restaurar la fertilidad de las hembras xhes, era cortar el área reproductiva de Teras y meterla a una de ellas. — explicó Shuzek —. Antes, ya habrían hecho cambios de la sangre de Teras por la de una de ellas, así que debía cicatrizar a mayor velocidad, adaptarse y usarse, eventualmente.

— Sólo era teoría — Miwo gruñó —; ni ellos sabían si funcionaría, pero estaban entusiasmados por probar en todas las mujeres, de ser necesario. Entonces necesitarían a alguien más, aparte de Teras.

Dragan hizo un sonido de disgusto que asustaría a cualquiera. La sola posibilidad de que aquello hubiera llegado a más era nauseabundo; la sola posibilidad de que pudiera pasar era aterradora.

— Así que existe el riesgo de que vuelvan a por las hembras — Dragan les miró de lleno —, y a por pakhupras. No sé hasta que punto me tranquiliza que sean pacíficos.

— Sólo sabemos que no vendrán con un ejercito. Prefieren la sutileza y sólo trataran de que no nos demos cuenta que se han llevado a alguien, o le engañaran, para que vaya por su propia voluntad. Teras estaba convencido de que deseaba ayudar.

Yuki se mojó los labios.

— Mi casa está cerca de la zona fronteriza. Podría vigilar ahí — ofreció Yuki —. La tribu de Hidde debe estar moviéndose ya, así que ellos tienen manera de observar los posibles movimientos.

Shuzhek posó la mirada en Yuki, antes de mirar a Shava.

— ¿Van permitirá eso? Lo vi bastante entusiasmado por conocer a Yuki.

Shava apretó los labios al tiempo que miró a Miwo de reojo.

— Tenemos que hablarlo — respondió con bastante seriedad, devolviendo la mirada a Dragan.

— Bien, sólo queda vigilar y estar atentos — suspiró el antiguo jefe Irca. Esa era la solución mas viable por el momento sin empezar una matanza.



*




La cola de Xion se estaba moviendo con insistencia. Kanan había tratado de no clavar los ojos en el apéndice, pero era un poco difícil, si se agitaba con esa energía.

Ignorar a todo Xion era complicado. El joven se había empeñado en imponerle su presencia humana y ahora los dos estaban atascados en ese incómodo silencio.

—¿Por qué no vas y te asomas? — invitó Kanan — . Es posible que quieras saber lo que está ocurriendo.

— Nadie sale de casa sin mi permiso — amenazó Fye.

Oh, sí. Xion no se había movido de ahí, por estricta orden de su padre, quien parecía ser el causante de la mitad de la tensión que se podía sentir en la estancia.

El hermano de Xion parecía no ser afectado por ella, ya que se había encargado de entretener a su otro padre con preguntas de cacería, pero Kanan estaba seguro que June iba a lograr romper algo, mientras trataba de trabajar en sus lesiones.

O romperle a él.

Hubo un movimiento de June en sus heridas que provocó un quejido por parte de Kanan.

June le miró mal, pero no tanto como Xion a él.

— Ten cuidado  — demandó Xion, hacia June.

— Quisiera ver que lo hagas mejor, mocoso — gruñó June.

— Compórtense — amenazó Fye.

Kanan enarcó una ceja, esos hombres parecían estar a punto de lanzarse uno contra otro.

— No fue nada — dijo a Xion y se mojó los labios —. Sí que hace calor, ¿no?

— ¡Te traeré una bebida! — dijo Xion con ánimo y escapó a la cocina haciendo un increíble ruido.

— Si vuelve a interrumpir voy a rapar su irritante cola — gruñó June y volvió a lo suyo.

— Ya quisiera ver yo eso — susurró Fye, con ese peligroso tono provocador — ¿Cómo están las heridas?

— Habría acabado lo más pronto posible si alguien me advirtiera que iban a ser molestos y no dejar de preguntar — June fulminó a Fye con la mirada — ¿no tienes algo qué hacer? ¿Vomitar, por ejemplo? No quiero admiradores, mientras trabajo.

— Estás imposible, a ver si pares ya — espetó Fye, quien se levantó y salió también del lugar.

June embarazado era peor que la época de lluvias.

Mirk rió bajito y caminó tras su padre, quien seguro iba por Fye.

— Por fin — June regresó al trabajo —. Si Fye capta la indirecta, logrará que tu adorado Xion no vuelva.

— No es mi “adorado” — dijo Kanan de inmediato.

June enarcó una ceja hacia Kanan.

— Eso está por ver.

El joven suspiró, viendo que no tenía sentido discutir y clavó la mirada en los cables que penetraban su piel, justo encima de la rodilla.

— ¿Cómo lograron evitar que miraran con tanto odio a quienes aman a otro hombre? — preguntó de repente —. Parece hasta natural estar en una vivienda donde dos hombres han engendrado vida.

— Es natural — susurró June, intentando concentrarse. A lo mejor debería de dejar inconsciente a Kanan, o a toda esa familia, tan solo para poder acabar de una vez —. Lo que pasa es que nos importa muy poco la opinión de los demás. Si no les gusta, es su problema, mientras no lo hagan nuestro problema.

No parecía ser una real explicación; no una que Kanan entendiera, pese a que el enojado pakhupra se había molestado en responderle. Pensando en ello, se acomodó entre las pieles, dejando que el hombre hiciera su trabajo.

Derol no era así. Kanan sufrió una emboscada de su mejor amigo, justo de quien pensó que podría enamorarse y a quien admiraba por los esfuerzos que hacía por destacar. En ningún momento se imaginó que uno de esos esfuerzos tratarían de quitarle la vida a él, porque estorbaba. La verdad es que dolió más que la herida que le destrozó la rodilla. Dolió más que las demás heridas, que le dejaron casi muerto.

Padre lo encontró y le salvó la vida, pero le echó de casa después de que las curaciones hicieron efecto. Padre no tenía la mirada amorosa que Xion y Mirk recibían en esa casa.

Kanan estaba un poco celoso, la verdad.

June apretó los labios al terminar con sus curaciones. A lo mejor era el embarazo o a lo mejor estaba cambiando... No, definitivamente era el embarazo, pero Kanan le daba algo de pena.

Maldito embarazo.

— Estás en Irca, a ti tampoco debería de importarte — susurró June, antes de incorporarse —. Bien, acabé por hoy. Nada de moverse en un par de días. Tendrás que seguir exasperado por los innumerables mimos de esta exasperante familia.

— Supongo que deberé resignarme — Kanan sonrió —. Gracias por todo.

—¡No me molestes! — June bufó y se incorporó para escapar de ese sitio de locos.

Por fin, Xion se armó de valor de volver con esa bebida. A su lado pasó June, quien iba molesto, como siempre.

— Desde luego es el que peor lleva los embarazos de todos los pakhupras — suspiró Xion —. Si no fuera por su dotes curativas...

— ¿Así que es una característica generalizada? — Kanan pensó en el padre de Xion, quien tranquilamente reñía a su pareja por haberle embarazado.

— Algunos lo llevan mejor y solo piden dulces — contestó Xion, dejándole un fresco zumo de frutas al alcance —. Lo malo es cuando no tienen dulces, mejor escapa a otra aldea a conseguirlos — terminó por reír —. El comercio de dulces en Irca es muy rentable.

Kanan pensó en eso, antes de mirar a Xion.

— ¿Por qué querrías ir conmigo a Derol? — cuestionó —. Es un sitio horrible; odian todas las libertades que tienen en Irca. Te mirarán mal sólo por ser un pakhupra.

— No me importa — Xion sonrió con suavidad —. Iré a apoyarte — susurró —. Además, si te pierdo de vista seguro acabarás escapándote y no volveré a verte nunca.

— Eres muy persistente en estar cerca de mí — suspiró Kanan —. Ya no estamos jugando a la mascota ghut. Puedes retomar tu vida tranquilamente; ya no estoy molesto por eso.

— Mejor, es un paso mas para que te enamores de mí — soltó Xion.

En el pasillo se escuchó una risita con esa declaración.

Kanan enarcó una ceja, ante en repentino descaro.

— ¿Así que ese es tu plan? — preguntó con calma y rió bajito —. Eres perverso.

— ¿Y eso te gusta? — la cola de Xion empezó a menearse con rapidez.

— No estoy acostumbrado a esto; creo que seguiré siendo molesto, cada que preguntes.

La cola de Xion perdió algo de menos fuerza y suspiró.

— Bueno, tendré que hacer que te acostumbres.

Kanan sonrió.

Xion se animó por eso, pero no dijo nada y agradeció el consejo de su abuelo.


*

Lian y Noah reían felices, mientras caminaban de regreso a Irca. Paris agradeció que no fueran tomados de la mano, aunque los jóvenes parecían lo suficientemente acaramelados para robarse pequeños besos y escaparse de vez en cuando de la vista de Jakov.

La visita a Lluth había sido de lo más interesante. Los chicos tenían todo planeado y a Paris le sorprendió gratamente que Lian anunciara que vivirían en ambos sitios, de acuerdo a la temporada.

Jakov no había dicho nada al respecto, aún, pero Paris sabía que le iba a costar aceptarlo. Había recuperado a su hijo y de repente iba a volver a perderlo. No en el sentido literal de la palabra pero Paris sabía que quería pasar más tiempo con él.

Al menos Lian estaría en Irca por algún tiempo más, hasta el próximo invierno, aunque Paris dudaba que su hijo tuviera tiempo para algo más que para Noah. Empezaba a sentir pena por su pareja

— ¿De qué te ríes? — Jakov observaba a Paris con una ceja arqueada. Casi como si pudiera leerle la mente.

Paris se acercó y le dio un beso.

— Creo que tu hijo no sabe lo mucho que tendrá que compartir su tiempo con nosotros — le dijo con cariño —. Es una suerte que Noah no pertenezca a una raza que insiste en vivir aislada.

Jakov apretó los labios y fijó la mirada en las espaldas de la nueva pareja.

— Eso espero — susurró y regresó el beso a su pareja —. Espero que el resto del tiempo me mantengas ocupado.

— Yo siempre lo puedo intentar — Paris se dejó estrechar, ignorando la queja de Seel y posaron su mirada en la entrada de Irca, donde había una persona vigilando —. Eso es nuevo — comentó.

— Eso significa problemas — Seel frunció el ceño y se apresuró a llegar hasta el vigilante, quien les explicó por encima lo que había ocurrido en su ausencia.

Seel se despidió con un abrazo de Noah y de Lian, amenazando con volver al día siguiente para desgracia de Jakov, y volver rápidamente a casa con Ryan para enterarse de los detalles. No es que no confiara en el vigilante, pero Ryan seguramente se lo explicaría con más detalles... además se moría por verle.

Así que llegar a casa fue un alivio para Seel, quien fue recibido por Ryan con un apasionado beso, antes de ver a Rhen, charlar con un fastidiado Yuen.

— Y me comenzó a dar una charla sobre deberes y honor… — dijo Yuen con un suspiro —… ¡Es tan estirado! ¡Si hasta dan ganas de partirle la cara!

— Con lo bajito que es, seguro lo lastimas — dijo Rhen.

— Mejor que hagas otras cosas en vez de hacerle daño — propuso Seel, quien no podía tener las manos apartadas de Ryan, y le daba igual en ese momento tener más personas en la casa.

— Que seas mi hermano no te da derecho a hacerme insinuaciones sexuales — gruñó Yuen — ¡Ni si quiera es para tanto! He tenido amantes más atractivos que ese pequeño xhes.

Rhen se rió de su tío: — A veces, uno no se enamora del más atractivo.

— ¡¿En serio acabas de decir amor?! — Yuen comenzó a molestar a Rhen, quien estaba riendo a carcajadas.

— O sexo. Si lo quieres llamar sexo... — insistió Seel con una maléfica sonrisa —. Podrías empezar por ahí, claramente existe una tensión "palpable".

— La tensión nunca es buena — Ryan miró con pena a su hermano, quien seguía despeinando a Rhen —. De todos modos deberías tranquilizarte… Si Seel ha regresado, asumo que Lian también está aquí.

— ¡Cierto! — se animó Yuen y liberó a su sobrino — ¡Lian va a liberarme de todo esto!

— Lian está ocupando liberándose a él mismo — Seel se aguantó una pequeña risita —. No sé si tendrá tiempo para algo más.

— ¡Lo tendrá! — aseguró Yuen y se despidió de todos para salir, seguro en busca de Lian.

— ¿Qué tal tu visita? — Ryan volvió a concentrarse en Seel.

— Llena de sorpresas — a Seel se le iluminó la mirada —. Uno de mis hermanos está vivo.

— Eso suena fantástico — Ryan se emocionó — ¿Vamos a conocerlo algún día?

— En el enlace de Lian y Noah — Seel se estrechó contra el cuerpo de su pareja —. Y luego en el invierno que viene viajaremos allí de nuevo para una segunda ceremonia. El sitio es precioso.

— ¿Así que tengo un tío nuevo? — Rhen pareció sorprendido.

— Y un primo. Noah es familia.

— Creo que Atro tardará poco en venir para pedir permiso y enlazarse — dijo Ryan, viendo que su hijo se ponía realmente colorado.

— ¿En serio? — Seel miró a su hijo —. Bien hecho, Atro es un irca realmente atractivo.

— ¡Papá! — se quejó Rhen — ¡Mejor tengan otro hijo!

— Algo así tenía en mente — Seel sonrió —. Y mañana tendremos una larga charla tú y yo, hijo... Una muy educativa.

Rhen se quejó, antes de escapar de casa.

Ryan se rió y estrechó el cuerpo de su pareja.

— ¿Estás seguro? Los bebés con tu genética suelen tener mucha energía para llorar — le recordó —. Tendríamos muchas noches sin dormir por delante.

Seel hizo un gesto de dolor recordando esas noches.

— Esta noche mejor fóllame con todas tus fuerzas y mañana pensamos mejor en esa opción... ¿qué te parece?

— Es un buen plan — Ryan besó a su pareja.


*          *          *

Vikh emitió un quejido y volteó a ver a su tío Aras, rogando por ayuda.

Por supuesto, Aras le ignoró y Vikh tuvo que escuchar, por… ¿cuántas veces habían pasado?… ¡Joder! ¿No pudo tener un salvador más normal?

— Eso te enseñará… a entrenar tus habilidades más seriamente — dijo Aras, quien acercó un cuenco con licor a un animado Luc.

— ¿Si lo hago él se irá más pronto? — preguntó Vikh con una ligera esperanza.

— No — fue el mismo Luc quien respondió, mientras bebía de su licor.

Aras rió.

— Hasta podrías entrenar con Luc.

— ¿Sí? — Vikh bufó —. Me hace falta habilidad lingüística para fastidiar a la gente.

— ¡Qué grosero! — Luc le apuntó con el cuenco vacío — ¡Yo tengo habilidades poéticas y musicales! ¡Soy un artista! ¡y uno muy apuesto!

— Y yo riéndome de Yuen… — suspiró Vikh.

— Entrenaremos mañana — amenazó Luc, sirviéndose un poco más de licor.

— Que alguien me mate — pidió Vikh.

— Eso mañana en el entrenamiento — aseguró Aras.

— No, ahora, por favor...

— Mis servicios aumentan la recompensa con la que habrán de agasajarme — dijo Luc.

Aras se rió. Tenía la sospecha de que Luc sería muy bien recompensado si lograba ser más útil a Vikh.

— ¿En serio eres siempre así? — Ese fue Vikh, al día siguiente. El día había amanecido pesado y no mejoraba por momentos. Luc le había despertado a base de una canción popular, la cual encantó a sus padres, pero que a él le produjo un enorme dolor de cabeza. Después tuvo que pelar las frutas para el desayuno, más que nada porque Aras se lo había ordenado.

Tuvo la tentación de echar alguna hierba que provocara malestares en el estómago para librarse de la promesa del entrenamiento, pero Aras le había sorprendido haciéndolo.

Todo iba a peor.

— ¿Por qué lo preguntas con ese tono? — Luc parecía sorprendido —. Conoces poca gente interesante, ¿verdad? Necesitas un carácter más fresco, así puedes evitar heridas, como la que te hicieron, cuando te encontré y salve la vida.

Lo cierto es que la curación y los cuidados de Luc habían salvado a Vihk. Si, bien, era un pakhupra y tenía un sistema inmunológico sorprendente, pero no dejaba de ser vulnerable a cierto tipo de heridas.

— ¿En qué me va a ayudar un carácter más "fresco"? — Vikh gruñó —. Eso no evita heridas y tampoco las cura; son los conocimientos.

— Bueno, creo que he demostrado que sé mucho de curaciones — dijo Luc con ese aire sabiondo y Vikh no pudo discutir —, soy un experto en hierbas curativas y el tratamiento de las heridas graves.

— Quisiera aprender más sobre cómo evitar se herido — bufó Vihk, pensando en que sus primos le ayudarían más en eso.

— No siempre podrás evitarlo.

— ¿Eso es una amenaza? — Vikh le miró de manera sospechosa.

— No, es un hecho — Luc vio como Vikh giró los ojos con un gesto de pesadez.

— ¿No debería aprender ambas cosas, al menos?

— Mantenerse fuera del peligro, es una buena forma de evitar heridas — dijo Luc.

— Ni mi padre ni tú cambiarán de idea, ¿verdad? — Vikh vio a Luc negarse y suspiró profundamente —. Está bien.

Luc arqueó una ceja.

— Nadie puede resistirse a mis encantos.


*          *          *


— Por eso necesito que me ayudes — dramatizó Yuen — ¡Sólo tú puedes liberarme de la promesa de Miwo!

Lian miró a su primo y enarcó una ceja.

— ¿Te venció alguien tan pequeño como Aer?

— ¡¿Sólo eso quedó en tu mente?! — Yuen gruñó — . Ocupo que cures  esas mujeres para poder volver a casa sin que padre me mire como si le hubiera decepcionado.

— Qué motivo más egoísta — susurró Noah, quien estaba cerca, y se ganó una buena mirada de odio por parte de Yuen.

— ¡Tu pareja aquí ha hecho cosas peores!

— Si quieres que te ayude, ese no es el camino — Lian carraspeó aclarándose la voz.

Yuen gruñó: —¡Cazaré tres presas para tu enlace!

— ¡Hecho! — aceptó Lian, dejando boquiabierto a Noah y vio a ambos primos abrazarse.


*          *          *


Miwo no era un oponente fácil de derribar; sin embargo se había ofrecido para ayudar a Kanan a rehabilitar la rodilla, una vez que June anunció que el trabajo estaba terminado.

Lo primero que habían hecho fue caminar por la aldea. Xion se había empeñado en acompañarle a todos lados, animándolo a probar la curación y haciendo que Kanan admitiera la admiración que tenía a June, ya que no le dolía.

Miwo admiraba la determinación de Xion, aunque empezaba a tener miedo de que en vez de producir el efecto deseado, Kanan acabara agobiándose de tanta atención. Y eso sería devastador para Xion, ya que Miwo podía ver perfectamente lo enamorado que estaba del forastero.

— Tu rodilla no tardará en sanar — comentó Miwo, viendo la cola de Xion menearse de un lado a otro con alegría.

— ¿Ves? Te lo dije — se enorgulleció el ghut —. Pronto estaremos listos para presentarle guerra a Derol.

La mención de Derol pareció devolver la preocupación en Kanan, quien apretó un poco los labios y jugueteó con el arma. Había estado entrenando con Miwo, pero aún no era suficiente para derribarlo, y, aunque Rar no era ni la mitad de fuerte que el pakhupra, Kanan tenía ciertas inseguridades.

— Supongo que se llegará el día pronto — dijo, sintiendo la seguridad con la que podía apoyarse en su pierna y miró a Miwo — ¿Dejarás a uno de los tuyos ir solo, conmigo?

— ¿Crees que uno solo es insuficiente? — tanteó Miwo, viendo a torcer los labios a Xion.

Kanan tragó.

— Xion luce… frágil… — se atrevió —, no quiero que le dañen.

— ¡No soy frágil! — se quejó Xion.

Miwo sonrió retorcidamente.

— Creo que tengo el candidato perfecto.

— ¡Pero conmigo es suficiente! — bufó Xion, con los pelos del final de su cola cada vez más puntiagudos.

Kanan dejó escapar una sonrisa al ver al indignado joven.

— Debes escuchar a tu líder, niño — le aconsejó —. Por algo son líderes. Tienen mayor claridad en sus ideas.

Xion frunció el ceño ante la palabra “niño”, aunque el gesto se acentuó, cuando Miwo hizo un puchero a un guardia, enviándole por Gara.

— ¿Gara? — Xion bufó — ¡Directamente van a atacarnos!

— Pero ya estarás tú para protegerlos, ¿no? — Miwo levantó las cejas y vio que el pecho de Xion se inflaba.

— ¡Por supuesto!

Miwo podría reírse de la situación, sin embargo esto sí que podría desencadenar algo más serio con Derol. De todas maneras, si sucedía, que estuvieran preparados. Eso de venir a su aldea y fingir aceptación para tener una excusa solo para poder ver si allí se encontraba Kanan, le molestó bastante.

— ¿Y cuándo les harás partir? — se acercó Shava, quien había observado los progresos de Kanan. Conocía la situación con Derol y había hablado con Dragan, por lo que sabía que la reaparición de Gara no sería agradable.

— Creo que es cuestión de días — Miwo miró la rodilla de Kanan —. De todos modos Derol ya ha hecho su primer movimiento.

— No es un movimiento bastante... ¿provocativo? — susurró Shava —. Kanan, con Gara. Eso va a levantar mucho revuelo.

— Oh, sí — Miwo sonrió malvadamente.

Shava rió.

— Si quieres terminar por sacarles los nervios, envía también a Valder — Shava rió de nuevo —. Incluso mandaré una sombra para no perderme sus caras.

— No creo que Valder dejara ir solo a Gara — Miwo puso un gesto de inocencia.

— Eres perverso — Shava fingió sorpresa —. Eso hace que te quiera más.

Xion bufó, cuando ambos hombres se besaron.

— Mejor vamos a comer — invitó a Kanan —, June dijo que no podías descuidar los alimentos.

Kanan miró de reojo a la pareja un par de veces y asintió rápido cuando comenzó a escalar ese beso.

— Causaremos impresión en Derol.

La verdad es que la idea de regresar a Derol tenía nervioso a Kanan. No sólo regresaría al sitio donde le mirarían con repulsión por haber tenido la intención de amar a otro hombre, era el sitio donde estaba Rar, quien le había traicionado con la intención de matarle.

— Debes dejar de pensar tanto — regañó Gara, cuando todos estaban en casa, compartiendo la comida y viendo a Fye ser mimado por su pareja —. Todos sabíamos que Derol no podría sostener su odio por mucho tiempo.

— ¿Lo sabían? — Kanan miró al hombre.

— Rina y yo solíamos hablar al respecto — dijo —. En ocasiones charlábamos entre los jóvenes. Ninguno parecía realmente cómodo con la idea de alguien siendo detestado por ser diferente; después de todo era hijo de alguien.

— ¿Y por qué nadie ha hecho nada? — inquirió Kanan.

Esa pregunta provocó un incómodo silencio. Fye miró a sus padres, quienes parecía bastante tranquilos a pesar de la pregunta acusatoria.

— Ya lo vas a hacer tú — dijo Valder, con serenidad.


 

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